After first working as a migrant farmworker in 1962, Jose Guadalupe Maldonado made a permanent home for his family in the Napa Valley in 1980, where he and his son Hugo would later found Maldonado Family Vineyards in 2002. Hugo spent his early childhood in the rural community of Atacheo, Michoacán, Mexico where his father had grown up tending the family’s goat herd.
The family had always been quite entrepreneurial, having owned a tortilla factory in Mexico, as well as a small store and a movie theater. Once established in the US, they started a taquería in Calistoga, and opened a second location in Napa. Jose Guadalupe acquired expertise as a grape grower as a result of his 30 years working with Peter Newton in the Spring Mountain District, where he was appointed vineyard manager. Later, drawing from his knowledge along with Hugo’s degree in Viticulture and Enology from UC Davis, Jose bought 10 acres of vineyard land in Jamieson Canyon to manage for themselves. The Maldonado family now owns a small winery and operates a vineyard management company as well as a labor-staffing company specializing in winery labor.
“The most challenging part (of our business) is attempting to compete in an industry such as the wine business that requires access to working capital at all times,” Maldonado explains. Another challenge is “breaking down racial barriers and stereotypes–proving what we can do as opposed to what people think we can or should be doing.”
The family winery has grown tremendously in the 13 years of its establishment. Maldonado Family Vineyards started out making 256 cases of wine, selling only in California. The winery now makes over 10,000 cases and sells in over 14 states.
To people who are thinking of starting businesses, the two men say: “Stop thinking about it and do it,” and they acknowledge the benefits of learning from others more experienced. “For us, there have been many mentors along the way, there are constantly learning experiences, we are learning as we go.” They would also like to share: “We love this country. We want to contribute to it and are proud to call it our home.”
Biography by Maija Starr.
~~~
Después de trabajar como granjero migrante en 1962, Jose Guadalupe Maldonado hizo una casa permanente para su familia en el Valle de Napa en 1980, donde él y su hijo Hugo fundarían más tarde Maldonado Family Vineyards en 2002. Hugo pasó su infancia temprana en la comunidad rural de Atacheo, Michoacán, México, donde su padre había crecido cuidando el rebaño de cabras de la familia.
La familia fue siempre bastante emprendedora, habiendo sido dueños de una factoría de tortillas en México, así como de una pequeña tienda y un cine. Una vez establecidos en los Estados Unidos, abrieron una taquería en Calistoga, y abrieron un segundo local en Napa. Jose Guadalupe adquirió conocimientos como productor de uva como resultado de sus 30 años trabajando con Peter Newton en el Distrito de Spring Mountain, donde fue nombrado director del viñedo. Más tarde, aprovechando sus conocimientos junto con el diploma de Hugo en Viticultura y Enología de la UC Davis, Jose compró 10 acres de tierras de viñedos en Jamieson Canyon para gestionarlos ellos mismos. La familia Maldonado ahora es propietaria de una pequeña bodega y lleva una compañía de gestión de viñedos así como también una compañía de contratación de personal especializada en el trabajo de la viña.
“La parte más difícil (de nuestro negocio) es intentar competir en una industria tal como el negocio del vino, que requiere un capital activo en todo momento,” explica Maldonado. Otra dificultad es “romper las barreras raciales y estereotipos—probando que podemos hacer lo opuesto a lo que la gente cree que podemos o deberíamos estar haciendo.”
La bodega familiar ha crecido enormemente en los 13 años de su existencia. Maldonado Family Vineyards empezó haciendo 256 cajas de vino, vendiendo solo en California. La bodega produce ahora alrededor de 10.000 cajas y vende en aproximadamente 14 estados.
Para la gente que está pensando en empezar su negocio, los dos hombres dicen: “Dejen de pensar sobre ello y háganlo,” y reconocen los beneficios de aprender de otros que tienen más experiencia. “Para nosotros, hubo muchos mentores a lo largo del camino, hay constantemente experiencias enriquecedoras, aprendemos mientras avanzamos.” También quieren compartir: “Amamos a este país. Queremos hacer nuestra contribución hacia él, y estamos orgullosos de llamarlo nuestro hogar.”
5 comments